viernes, 20 de noviembre de 2015

RRHH

- Buenos díaaaas. 
- No puedo imprimir. 
- ... yo sólo quería saludar... 
- Menos charla y arréglalo, que necesito imprimir urgentemente. 

Continuo hablando mientras me acerco, con aspecto curioso, y le selecciono la impresora adecuada.

- La charla no tiene por qué ser incompatible con el trabajo. Ya está, sólo había que seleccionar la impresora de aquí. ¿Has estado en alguna otra oficina? Se te ha quedado seleccionada la anterior, a mi también me ha pasado alguna vez (la de tonterías que me invento para no bajarles la moral...) No hacía falta ser tan borde.
- ¿Me estás dando lecciones de comportamiento? 

Ya está, el periodo de observación en ésta sede, acaba de finalizar. 

- Pues siendo una de las más de arriba de RRHH, esperaba no tener que dar ese tipo de lecciones... pero si te soy sincero, no me he sentido muy cómodo con el trato, no... 
- Veo que a ti te faltan unas cuantas lecciones de comportamiento, sobre todo sabiendo quien soy yo. - El problema aquí, no es que yo sepa quien eres tú, sino que tú no sabes quien soy yo. 
- ¿Y quién eres tú? 
- Sinceramente, ¿acaso te importa? 
- Francamente, no. Y ya me estoy cansando, déjame trabajar de una vez. 
- ¿Y si te dijera que, oh casualidades de la vida, pasaba por aquí y he decidido echar una mano aunque no me correspondiera, y en realidad no soy uno de los informáticos de aquí? 
- ¿Cómo dices? 
- Pues que en éstos tiempos de crisis, y tú sabiendo lo que deberías saber por estar en el puesto en el que estás y lo que está ocurriendo en éstos momentos... yo soy el que ha adquirido el 60% de las acciones de ésta empresa. ¿O crees que un informático se pasea por los pasillos con éste atuendo tan elegante? (justo acababa de llegar, aún no me había podido ni quitarme la americana) 
- ... 
- Silencio por respuesta, ¿eh? 

La señora balbucea, yo me sorprendo de lo convincente que puedo llegar a ser en mis actuaciones cuando me cabrean... 

- Disculpe, pensé que era usted el informático.
- Pues sí, soy el informático. Vestimos elegantes a veces.

Me mira con ojos inyectados en sangre.

- ¿¿Pero tú de qué vas??
- Ya disculparás el teatrillo... pero es que igual así comprendes que a los informáticos también nos gusta que nos contesten a los "buenos días". Incluso nos gusta que nos traten como a personas... sobre todo si después el problema no es culpa nuestra, sino de tu despiste. Así que te recomendaría, por dedicarte justo a lo que te dedicas, que dejes de creerte superior a nadie tan sólo por el cargo que tienes en esta empresa cualquiera.
- Eemmm... ¡Habráse visto! ¡Un informático con genio! 

Sonríe, sabe que llevo razón e intenta quitarle hierro al asunto.

- Oye, que aún no he negado que realmente haya comprado el 60% de las acciones, aunque sea informático. Fíjate, las grandes fortunas de ahora están muchas en manos de informáticos y podría permitirm...
- Fuera de mi despacho...
- Fuera de mi empresa. 

Y así todo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario